Siguiendo una sana y estética costumbre que ya me dura dieciséis años, inauguro en el Traveling Bar el jueves 16 de noviembre una exposición, FotoBolsas, propuesta entre lo fotoquímico y lo digital.

Se trata de una muestra que reúne catorce 14 fotografías en blanco y negro, estampadas -en buen vinilo- sobre el dorsal de cada una de las bolsas de tela, negras o rojas. Y, amanera de secreto antiguo, dentro de ellas se halla la copia foquímica proveniente de un negativo, que a su vez es el origen del proceso. En bolsa roja se presentan los temas de “Invasión besucona” y de “Gambón hambriento”. Mientras que en bolsa negra, encontramos los de “Sirena de bronce” y de “Cadáver industrial”. A manera de pie de foto, se integra en la imagen, bajo la fotografía, un espacio para un lema a propósito. Desde el grupo de foto-acción Instantes O ´clock, al que pertenezco, demandamos libertad callejera para las fotos. Tiempos móviles y con móvil, pues fotos móviles y no virtuales.

Sé a ciencia cierta que, finalizada esta exposición, las 14 fotobolsas no acabarán apantalladas, clavadas en una pared o en la oscuridad de una carpeta, sino que saldrán del Traveling para darse un paseo subidas a la chepa de su dueño/a, y así ser vistas por cualquier viandante. Es cuestión de tiempo. Son seres callejeros.